El tiempo es un impredecible que instala en la memoria los sueños que gestan la realidad y que la realidad los gesta para que predominen en todas las cosas haciéndose y deshaciéndose con su reflejo. El reflejo de cada ser que se piensa y se sueña a la vez, para contarse en sí y así construyendo la memoria ubicua, desterrándose cada vez como acontecer vivo inalienable en su relatividad de pasado sucedido, presente sucediéndose y futuro por suceder.
Somos sueños de tiempo que nos sueña en cada tiempo.
José Agustín Sánchez Arévalo
San Francisco de Asís - antiguo Garabato - 2004.
José Sánchez Arévalo y Fernando Sumoza. |
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